Papel, roca, tijera

Estando en la calle con la familia, Juan Ramón recuerda que olvidó la billetera en casa. Ramiro explica el juego de papel, roca y tijera para decidir quién irá por ella. El juego se populariza por toda la ciudad y el país, convirtiéndose en la única manera de tomar decisiones. La prima Donna demuestra que la idea es realmente inútil.

Amigos como estos

Por una simple equivocación, Juan Ramón le juega una broma pesada a Ramiro en la oficina. Empieza un intercambio de bromas entre los dos, hasta que esas bromas empiezan a afectar a los miembros de la familia y se destruye la amistad entre los dos periodistas. Heriberto, el jefe, intercede para arreglar el problema, pero su intento es opacado por una broma más.

Ughh!

Ramiro se entera de la muerte de Pérez Prado y entra en una depresión tremenda. Este capítulo es un homenaje a Pérez, e incluye algunas de sus canciones. La familia decide que la mejor manera de ahuyentar el dolor es celebrando con música, bailes y disfraces.

¡Salud!

Ramoncito y sus amigos tratan de salir con unas niñas mayores que ellos, pero éstas no están interesadas. Salen con gente mayor que toma cerveza. El grupo de amigos trata, sin éxito, de ingresar a una taberna e inventar varias excusas para tomar cerveza. Al intentar tomar de unas botellas de la casa, Ramiro y Juan Ramón deciden llevar a los niños a conversar sobre la vida, con cerveza incluida. El resultado: un guayabo terrible para los amigos periodistas.

Adiós... al Tuto

Juan Ramón le dice a Teresita que quiere conocer al Tuto Barrios, como condición para que los dos puedan seguir de novios. En tres años y medio, nadie lo había visto. El Tuto responde con una grabación en la que cita a Juan Ramón en un parque, pero con la condición de que la reunión sea secreta. Pone el sitio y hora en un clasificado del periódico, y toda la familia se entera. Todos van a conocer al Tuto, quien aparece en el parque para anunciar que se va a prestar el servicio militar.

La segunda edad y media

A Renata le da una crisis cuando está a punto de cumplir 40 años.

El premio Nobel

A Juan Ramón se le ocurre que los premios Nobel ganan más dinero escribiendo que los periodistas, entonces se dedica a escribir novelas. Para usar todo su tiempo, renuncia a su trabajo en el periódico. La familia trata de convencerlo de que está loco y de que necesita un sueldo fijo otra vez.